Sólo escucho un tremendo derrumbe de elefantes
detrás de todas las cosas intactas
sólo escucho gargantas que se apagan y se hunden en la sombra
espejismos que se quiebran
labios que se juntan
sólo escucho momentos que rebotan
y se rompen a millones como copas:
Venir por mí
con su relámpago de estiércol
venir por mí
con sus estómagos podridos
venir por mí
con su estampida polvorienta
a sepultarme de cadáveres
a invitarme a su danza de escombros y de vértebras
detrás de todas las cosas intactas
sólo escucho gargantas que se apagan y se hunden en la sombra
espejismos que se quiebran
labios que se juntan
sólo escucho momentos que rebotan
y se rompen a millones como copas:
Venir por mí
con su relámpago de estiércol
venir por mí
con sus estómagos podridos
venir por mí
con su estampida polvorienta
a sepultarme de cadáveres
a invitarme a su danza de escombros y de vértebras
Sólo entiendo que el suelo se llena de fisuras
y que este planeta me duele de una sola catástrofe
sólo escucho momentos que rebotan y se rompen para siempre
sólo escucho un tremendo derrumbe de elefantes
detrás de todas las cosas intactas
y que este planeta me duele de una sola catástrofe
sólo escucho momentos que rebotan y se rompen para siempre
sólo escucho un tremendo derrumbe de elefantes
detrás de todas las cosas intactas
En las tardes
con sus nubes como turbios dirigibles reventados
cuando el silencio descarga sus misiles
por los oscuros laberintos de las casas solas
en las tardes
no tengo otra esperanza que lamentar el paso fermentado del invierno
o quitarme con desdicha los zapatos
o escupir sobre las moscas para que escapen y vuelen
entonces
veo con desesperación el tiempo derretido que gotea de una mesa
y alfiles que se vuelcan en sus tableros
y rinocerontes que bailan parados sobre una pata
y es temible
sobre mi cabeza
como mujeres...
Es temible
con sus nubes como turbios dirigibles reventados
cuando el silencio descarga sus misiles
por los oscuros laberintos de las casas solas
en las tardes
no tengo otra esperanza que lamentar el paso fermentado del invierno
o quitarme con desdicha los zapatos
o escupir sobre las moscas para que escapen y vuelen
entonces
veo con desesperación el tiempo derretido que gotea de una mesa
y alfiles que se vuelcan en sus tableros
y rinocerontes que bailan parados sobre una pata
y es temible
es temible el crujido de esos muebles que perturban el santuario de una noche
o esos gatos que roncan y deliransobre mi cabeza
como mujeres...
Es temible
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