domingo, 9 de octubre de 2016

Reflexiones en torno a "Estilo y Destrucción" (Hombre Elefante editores, Edición comercial, reversión, Noviembre 2022)


1-Spleen de Santiago...

Esta ciudad es como un mercado persa, no parece haber nada importante y además, no te gusta lo que ves a primera impresión. Sin embargo, si prestas un poco de atención y estás en el lugar adecuado y momento preciso, puedes encontrar cosas realmente asombrosas.
Este poema es resultado de una de mis “aventuras” por las noches de la capital de mi país.

2- Gotas bajo el peso de la noche...

Cuando tienes un acontecimiento “agendado” y lo esperas durante toda la semana y te das cuenta que comienza a llover y resulta que el mal tiempo ha cancelado tus planes porque ya nadie quiere ni puede salir. Entonces, te quedas en la pieza, a medianoche, solo, aburrido, sin nada en la televisión y de pronto, escuchas el sonido de la lluvia y el frío del invierno y te pones a pensar…

3- Elefantes…

Hay una cierta metafísica de “cinismo” entre el ser humano y todas las cosas que le rodean en el mundo. Es una especie de frontera entre lo “orgánico” y lo “mecánico”, como una especie de dicotomía entre lo vivo y lo muerto. Dicen que las cabezas de los decapitados tienen conciencia entre 6 y 10 segundos después de ser cercenadas…
Este poema es fruto de esas reflexiones. Tal vez, por la idiosincracia “telúrica” que tenemos como país.

4- Rosas que sangran como heridas...

Este es un poema de amor y devoción. Quizás sea parte del largo proceso que me esté llevando dolorosamente hacia la verdad del ateísmo…


5- Recuento a lo largo del camino...

La retórica de "Recuento..." es absolutamente urbana. Su estructura secuencial y fragmentaria, tan característica de la mayoría de los pasajes de este libro, fue una especie de "vaticinio" pero también un intento de interpretar a quienes vivimos en Chile durante las primeras décadas de este siglo, antes de la Destrucción... 

No puedo dejar de mencionar que cuando lo he leído en vivo sale "Fucking perfect".

6- Ulises...

Para mí fue como un golpe energético, como un voltaje inesperado, como una especie de K.O salido simplemente de las ganas de escribir, de ese "material acelerante" que se configura cuando queremos escribir...es como si me lo hubiera "sacado de un muslo" de forma espontánea, como si alguien te estuviera buscando desesperadamente para maldecirte o bendecirte por algo sin más nada... En otras palabras, su nacimiento fue imprevisto y su encanto tiene relación justamente con ello. Es que a veces, como si del vacío o de un tema espantosamente trillado pudieras sacar "oro" o "conejos" de aquel sombrero que llamamos inefablemente destino. Tal vez, sea justamente eso lo que algunos denominan lisa y llanamente poesía...


7- Efecto Mariposa...

Julio Cortázar decía que los poetas son seres desagradables porque son los que todo el tiempo te están diciendo la verdad. Yo concuerdo. Creo que hay quienes tenemos ese defecto de andar observando siempre el “reverso de la moneda”.

8- Tristeza y aversión a las casas solas...

Cuando vives solo por cualquier circunstancia, tienes que estar haciendo todos los días cosas que son demasiado rutinarias o “reales”, por así decirlo. Es como una especie de “conspiración diabólica”, una especie de infección o gangrena para la inspiración poética. Pareciera que todas las cosas se pusieran de acuerdo para impedirte escribir.

Por otro lado, también está esa idea oriental de que la verdadera “casa del alma” es el cuerpo…

9- Libélula...

Mi admiración por El libro de los seres imaginarios de Borges me llevó a crear este poema. Es un texto de una época muy interferenciada de mi vida, es decir, de todas aquellas “interferencias” que se suscitan después del término de una relación de amor.

10- Bête Noire...

Este poema está tomado de la vida real, de mi paso por la PUC. Ella tenía unos ojos verdes muy misteriosos y realmente era de todo mi gusto. Se llamaba Gigliola.
En fin, lo demás es una “historia de tantas” y, por cierto, este poema que me dejó su recuerdo…

11- Reintegración…

Cuando hueles un determinado olor o asistes a un determinado paisaje es posible que ese “momento” te lleve a enhebrar otras situaciones o eventos (buenos o malos) que te han sucedido en el pasado ¿No te ha ocurrido que sientes que ya has estado en ese lugar o ya has vivido ese instante anteriormente? Es como una especie de Deja Vu…

Pues bien, este poema es de la misma época de “libélula”, aunque debo confesar que para mí fue un orgullo haberlo escrito.


12- Las moscas piensan...

Siempre creí que de todos los seres, fantásticos y reales que habitan el mundo, las moscas eran y serán de las más “literarias”, por así decirlo. Sartre, Emily Dickinson o Machado alguna vez las utilizaron en sus escritos.
Pues bien, este poema fue producto de una “resaca” espantosa que alguna vez tuve y entró de los últimos a la masa de trabajo para “Estilo y Destrucción”. Lástima que no alcanzó a ser publicable para la 1º edición de 2010…En todo caso, y de verdad, durante años, fue el “secreto mejor guardado” de este libro.

Una vez terminado, no dudé un solo instante en incluirlo en esta nueva edición…Ojalá lo disfruten. Estoy muy orgulloso de él…o de “ellas”.

13- Arte Lírica...

Un poco de Whitman; algo del Arte Poética del Neruda “residenciario”; una mañana de sol, después de una buena noche de sueño; un poco de inspiración y… ¡Listo! El poema estaba terminado.

14- Homenaje...

Recuerdo haber lamentado mucho que Jorge Teillier haya muerto sin que le dieran por lo menos el premio nacional de literatura. Por otro lado, en las clases que teníamos en la Chile, me tenían fascinado los procedimientos estilísticos que había fraguado Góngora en sus poemas culteranistas.
Tenía en mi cabeza dando vueltas hace tiempo los dos primeros versos de “Homenaje”. Además, quería hacer otro tipo de poema, es decir, “pintar” imágenes con palabras, darle visualidad al texto poético. Intuía que la lírica chilena actual adolecía de ese aspecto tan significativo en toda su tradición anterior.
Leyendo a don Jorge y después de desvelarme bastante, aquí está el resultado.


Anexos

15- El hombre que salvó ileso...


"El hombre que salvó ileso" es, en efecto, el corolario perfecto para “Estilo y Destrucción”. Es un texto más bien reflexivo y funcional, tanto estilística como ideológicamente hablando. Tiene ese aire de biografía algo “tormentosa” pero verídica, que tanto aprecié durante los 90´s. No sé… Después de descubrir que la belleza nunca fue una razón poderosa, solo queda esperar y confiar que el camino recorrido, en términos vitales y escriturales, no haya sido en vano. Así sea…







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